Conservar el perfeccionismo de un buen patrón y darle un estilo personal sin límites. Conservar elementos sencillos e introducir esquemas renovados con luz y color para iluminar o definir una silueta, hacer que la riqueza de las formas impresione, y hacer de lo mínimo algo imprescindible.
Buscar el equilibrio, la armonía, la perfección de un conjunto. Jugar con diferentes combinaciones y entender que no todas funcionarán. Saber distinguir entre lo que es moda y lo que no tiene nada que ver con ella, apreciar los pequeños detalles que pueden mejorar, perfeccionar o arruinar una combinación.
Saber innovar sin llamar la atención por ser extravagante, conseguir la elegancia y la naturalidad incluso llevando muchas prendas.
Sacar el máximo partido a cada prenda o detalle, hacer que destaque contrastándolo con algo más simple.
Lineas rectas que muchas veces, pero no siempre se recargan en exceso para hacer que un conjunto sea brillante. Colecciones que brillan por si solas sin excesos, o que consiguen el equilibrio a pesar de ser recargadas.
Ideas brillantes que cada vez se van innovando.
La moda que avanza es la que pasa desapercibida pero que permanece para siempre porque nunca cansa. Los clásicos.
El proceso es esencial, la idea es importante, el proceso la completa.
Si el proceso está detallado, guiado y especializado el resultado será mejor.
Todo el proceso es importante, cada detalle cuenta.
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